Se acaba el 2020, un año para el olvido, pero también un año que será imposible dejar a un lado por el simple hecho de que nos enseñó mucho, no solo en la parte profesional, en la parte humana también.
Siempre buscamos retos, es lo que nos mantiene vivos, pero 2020 fue un año de nivel superior, en donde nuestra naturaleza de hacer eventos y experiencias presenciales nos llevó a lo virtual, acelerando nuestro negocio tal vez 5 años, y llevando al límite nuestra capacidad de respuesta, creatividad y de trabajo en equipo.
La adrenalina en este año que termina fue nuestro amigo intimo, y esta adrenalina nos llevó a siempre tener una respuesta y solución al cliente; que juntos nos sumergimos en el mundo digital, un mundo que ya conocíamos pero que aun no explorábamos al 100.
Es importante aclarar que esto no hubiera sido posible sin el gran equipo que detrás ha hecho posible seguir y mantenerse vivos, es cierto algunos ya no nos acompañaron en todo el viaje, pero ninguno se queda atrás y también son reconocidos en este esfuerzo.
Evidentemente gracias a los clientes que creyeron en nosotros, que nos impulsaron a seguir dando más del 100% como siempre, y gracias por dejarnos hacer locuras al estilo Amásb. Las relaciones que estrechamos este año seguro serán para siempre, y eso es lo que más valoramos, ya que no solo hemos creado socios de negocio, hemos creado lazos que van más allá.
Ahora llega el 2021, un año mucho más prometedor, en donde seguiremos creando los mejores eventos virtuales, pero en donde también buscamos aumentar nuestros eventos híbridos y paulatinamente regresar a los eventos presenciales.
¡Empezamos este año lo más motivados que podamos y hagamos que valga la pena el 2021!